viernes, 9 de septiembre de 2011

Apelando a Dios I

¿Será que Dios en lo alto se ríe de nosotros?
Por que desconocemos nuestra propia casa.
El corazón.

¿Tendrá remordimientos por darnos libre albedrío?
Tiempos de confusión y la capacidad de sentir
ambos polos en el corazón, independientes
del justo péndulo de la vida.

¿O Dios aún tiene esperanza en su creación
como cada padre que espera a su hijo prodigo?
Nos diste la libertad
intricada y misteriosa
palabra que más ata que libera.
Que santa y terrible verdad
es dudar de tu voluntad dicen algunos,
que toman sendas espirituales
pero no son más que meros
conceptos mentales.
Aún no regresan a casa.

No puedo colocar palabras en tu boca.
Ni cuestionar tu única voluntad
el hacernos libre
para que aprendamos a no culpar a los demás
ni tampoco a ti.
Para solos volver a tu luz
perdonar al de al lado
que somos nosotros.