jueves, 23 de septiembre de 2010

No hay tiempo.

No tengo tiempo para reir.
Tampoco para llorar.
No tengo para estar mal.
Tampoco para estar bien.
No tengo tiempo para jugar.
Tampoco para aburrirme.
No tengo tiempo para compartir.
Tampoco para ser egoísta.
No tengo tiempo para cuestionar.
Tampoco para reflexionar.
No tengo tiempo para bailar.
Tampoco para ejercitar.
No tengo tiempo para cuidar.
Tampoco para que me cuiden.
No tengo tiempo para amar.
Tampoco para que me amen.

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